La marca de calzado ha lanzado una campaña que emplea la megafonía de una cadena de grandes almacenes como altavoz para contar las verdades más auténticas, haciendo a los padres y madres protagonistas de la conversación
"No dormir más de tres horas seguidas los primeros meses, cómo se gestionan las primeras rabietas, la fórmula mágica para estar en la cama a las ocho…” son solo algunas de las preocupaciones, realidades y preguntas que se hacen los padres y madres. Estas verdades universales ya pueden escucharse en la megafonía de grandes almacenes, intercaladas entre anuncios y ofertas.
‘Verdades verdaderas’ es como se titula esta iniciativa de Pablosky, impulsada por Cursiva, que desafía los mitos más extendidos en la sociedad sobre la crianza y saca a la luz las inseguridades, así como las opiniones impopulares, utilizando la megafonía de la cadena de grandes almacenes española de referencia como altavoz para contar las verdades sin tabúes.
El objetivo es generar sonrisas cómplices, miradas de reconocimiento y, sobre todo, un suspiro de alivio al saber que la crianza perfecta no existe, pero la auténtica sí.
La marca ha empleado sus redes sociales para recoger decenas de testimonios que conectan directamente con las familias y trasladarlas posteriormente a la megafonía de estos centros. Pablosky invitaba a los padres y madres de toda España a enviar sus preguntas, consejos o anécdotas con sus hijos, compartiendo sus realidades y generando un espacio de intercambio y autenticidad entre familias, confesando esas verdades que nadie suele decir en alto pero todos sienten. Son estos mismos testimonios los que se pueden escuchar en los centros comerciales, voces a las que se suman la de algunos influencers compartiendo sus propias verdades.
La activación creativa "Verdades Verdaderas", estará enmarcada dentro de la campaña de primavera-verano de Pablosky, y estará activa desde el día 4 de abril hasta el 5 de mayo en los centros de la cadena de grandes almacenes española de referencia.
“Conseguir intervenir la megafonía de los grandes almacenes de siempre nos parecía una oportunidad muy atractiva y una manera espectacular de llegar a nuestra audiencia de una forma muy natural ya que para muchos es una “prolongación de sus casas”. Y, por su parte, Pablosky ha sido valiente queriendo romper clichés y buscando expresar de una manera diferente los aspectos más bonitos, pero también caóticos sobre la crianza. Si la crianza no tiene filtros, ¿por qué debería tenerlos la publicidad?”, explican Belén Balado y Pablo Rodríguez desde Cursiva.