Por Luis Poján (@culpealuis), Head of Owned Media de iProspect España.
Cuando he tenido la posibilidad de asistir a eventos nacionales e internacionales en los que había ponencias de SEO, he acabado con una agridulce sensación de frustración. Los expertos tienden a hacerlo ver todo muy fácil: muestran proyectos donde se puede tocar el código fuente, el cliente te permite hacer pruebas y subir cambios con frecuencia, implementar etiquetas e idas de pinza que a cualquier analista le pondría los colmillos largos.
Seguramente hay clientes así… pero no son los que he llevado yo.
Generalmente los proyectos nos presentan limitaciones importantes a la hora de proponer mejoras, desarrollos “desde internacional” con poca flexibilidad, copies que no se pueden tocar, manuales de comunicación restrictivos...
Sabemos que SEO son siglas para “Optimización de motores de búsqueda”, pero la rutina nos hace olvidar el significado de estas palabras. Porque cualquier ámbito en el que se haga una búsqueda lo podremos trabajar desde esta disciplina.
Evoluciona la forma de buscar (por voz, long tail…) y los dispositivos (móviles, asistentes personales, ¡electrodomésticos!) y los buscadores adaptan la forma de mostrarnos resultados en base a estas tendencias, lo que nos abre una infinidad de posibilidades.
Porque, si solíamos hablar de tres pilares fundamentales (Técnico, Contenidos y Link building/Popularidad digital), ahora podemos hablar de cuatro si incluimos el resultado como tal: lo que en caso de las webs llamamos la SERP.
Analizando el compendio de resultados que devuelven nuestras consultas de interés (palabras clave) podemos detectar y proponer acciones que van más allá de las tradicionales páginas web de nuestros clientes.
Un ejemplo: vemos cómo cada día ganan más relevancia (y la vienen ganando desde hace tiempo) los resultados de Mapas. Porque la gente busca (y seguirá buscando) cómo llegar a los sitios. Y no solo eso, quieren saber el teléfono de la clínica para hacer una cita, consultar la carta para verificar si el restaurante ofrece platos sin gluten, los horarios en los que permanecerá abierto el concesionario o si, por casualidad, abre los domingos.
La creación o verificación de fichas, que hace un par de años, tanto en Google como en Bing era un calvario de llamadas y pines de verificación, hoy se puede lograr con un archivo de subida en masa en un par de clics.
En Google, basta con hacer una búsqueda rápida para darnos cuenta de que hay muchos negocios que no cuentan con la propiedad de sus fichas.
Las necesidades de las marcas en este sentido son relativamente fáciles de detectar. Si haces una búsqueda y los resultados aparecen con nombres o imágenes de perfil diferentes, es posible que no hayan trabajado una estrategia de fichas en mapas. Puedes comprobar que aparece un botón que indica que puedes reclamar la ficha.
Una vez nos hacemos con la propiedad de la ficha, podemos ponerla a punto estableciendo una única imagen de perfil, estandarizando los títulos de la ficha, actualizando horarios de apertura y cierre, gestionando los comentarios de usuarios satisfechos (y especialmente aquellos enfadados) …
Y esto es apenas rascar la superficie. En posteriores entregas, seguiremos comentando estrategias con las que podemos hacer un SEO sofisticadamente lejos de lo que conocemos como tal.
Con un poco de imaginación, podemos crearnos una cartera de productos y servicios que salen de los restringidos y manidos entornos web y nos permiten dar propuestas de valor, en un marco un poco más libre de frustraciones.
“Este es el primero de la serie de artículos No hay webs a hacer SEO que iremos publicando en las próximas semanas. Síguelos con el hashtag #NoHayWebsAHacerSEO.”