Los creadores de contenido especializados, la autenticidad y el e-commerce serán las claves para el marketing de influencia del año que viene, que también estará marcado por la obligación de rectificar informaciones falsas a marcas y creadores de contenido
El marketing de influencia ha ganado peso en los presupuestos de los anunciantes y ya se consolida como una de las principales estrategias más efectivas para llegar al consumidor. El 41% de las marcas en España han incrementado su gasto en influencer marketing entre un 20% y un 49% en 2024.
De acuerdo con Native Media Group, en 2025 los consumidores centrarán su atención en creadores de contenido profesionales y expertos en áreas específicas, ya que estos tienen un alto grado de credibilidad e influencia entre sus seguidores. Las marcas buscan prescriptores que aporten valor y transmitan confianza en su comunicación.
La consolidación del marketing de prescriptores está siendo crucial no solo en el terreno digital, sino en nuevos formatos y otro tipo de colaboraciones más cualitativas, que se traducen en charlas, ponencias, intervenciones en medios y participaciones en eventos, llevando a las marcas al siguiente nivel en sus planes de comunicación.
El público valora la autenticidad y la transparencia, por lo que las marcas deberán seleccionar muy bien con quién quieren asociarse. De acuerdo con Álvaro Blanco, CEO de Native Media Group: “Las marcas que logren transmitir su verdadera esencia, que empaticen con las diferentes comunidades, sin duda, serán las que se puedan mantener en el tiempo”.
La inteligencia artificial, ya consolidada como una herramienta relevante en muchas industrias, será muy interesante en lo que a creación de contenido se refiere, además de que permitirá un análisis de datos mucho más exhaustivo. Herramientas avanzadas analizan grandes cantidades de datos que son útiles para seleccionar a los influencers más adecuados según la audiencia y el impacto potencial. Este enfoque permite a las marcas crear contenido segmentado y que genere recuerdo.
Además, el e-commerce es un modelo de compra que seguirá expandiéndose, ya que ofrece experiencias de compra cada vez más simples, directas, y con pocos pasos. Los prescriptores serán quienes, a través de su expertise, den a conocer productos de manera más natural y confiable.
Nueva regulación basada en la transparencia
El pasado 17 de diciembre se aprobó un Anteproyecto de Ley que obligará a los influencers con más de 100.000 seguidores a rectificar informaciones falsas o engañosas, marcando un antes y un después en la regulación de las plataformas digitales. Esta normativa tendrá impacto en los creadores de contenido y en las marcas, así como en las agencias que gestionan este tipo de estrategias.
De acuerdo con Cristina Quesada, socia del grupo líder en comunicación y marketing digital COMM Media Group: “Esta medida también afecta al código de conducta y la credibilidad de los creadores de contenido, que verán cómo su reputación puede verse dañada si incurren en fallos. Sin duda, para los influencers, el reto será doble: por un lado, tendrán que asegurarse de poder garantizar la veracidad de las informaciones que comparten y, por otro, de gestionar los posibles daños reputacionales que puedan derivarse de una rectificación”.
Esto vaticina un cambio en la manera en la que las marcas seleccionan a sus embajadores, dejando a las agencias un papel clave para asegurar que las campañas cumplen no solo con los objetivos estratégicos, sino también con los nuevos requerimientos legales. Habrá que llevar a cabo una revisión profunda de las informaciones que los influencers vayan a compartir el nombre de la marca, asegurando su veracidad; un control más estricto que implique la inclusión de cláusulas específicas que regulen la responsabilidad del influencer en caso de difusión de informaciones falsas o inexactas; y el acompañamiento a los creadores de contenido en el cumplimiento de esta normativa y en las buenas prácticas de comunicación.
Rebeca Muinelo, directora de influencer marketing de COMM Media Group, añade: “Desde las agencias, tenemos la responsabilidad de garantizar que tanto marcas como creadores cumplen con las normas. Esta medida supone también una oportunidad para profesionalizar el sector y establecer una relación más transparente y honesta entre todos los actores implicados. Trabajar con creadores que entienden esta nueva realidad será clave para el éxito de las campañas”.