El contexto socioeconómico tiene una gran repercusión en la salud mental de los jóvenes, pues ellos proyectan sus expectativas laborales y adaptan sus metas en base a este
La salud mental se ha convertido en una de las mayores preocupaciones entre la sociedad, algo que se ha visto incrementado tras la pandemia y el periodo de confinamiento. Una de las mayores preocupaciones de los jóvenes, y que tiene un impacto directo en su bienestar psicológico, es tener que hacer frente a nuevos desafíos. Esta es la principal conclusión del estudio ‘Salud mental y Generación Z’, análisis de escucha social publicado por Samy Alliance.
Para detectar estas preocupaciones, la agencia ha analizado las conversaciones de jóvenes de entre 18 y 24 años durante un año tanto en España como en Latinoamérica, acotando la escucha a los términos relacionados con salud mental. El estudio ha mostrado que la preocupación por el bienestar psicológico entre los jóvenes está presente en su día a día, generando conversaciones en tono negativo en las redes. En concreto, las conversaciones negativas son tres veces superiores al tono positivo.
Según datos del ‘Mental health million project’, el 44% de los jóvenes de entre 18 y 24 años evidencia serios problemas psicológicos, algo que preocupa en el entorno ya que condiciona el desarrollo de las generaciones más jóvenes.
Más allá de la preocupación por tener que hacer frente a nuevos retos, se ha detectado también que los chicos y chicas de la Generación Z sienten presión por las preocupaciones laborales y económicas. En este sentido, el contexto socioeconómico repercute en gran medida en su salud mental, pues sienten que las expectativas laborales que se habían generado o que se están generando no corresponden con la realidad existente.
Más allá de este malestar, Samy Alliance ha detectado también que las redes sociales se han convertido en un espacio de apertura emocional entre los jóvenes. En ellas, son muchos los que comparten sus vivencias, se desahogan, buscan respuesta a sus inquietudes o piden ayuda para hacer frente a sus preocupaciones. En concreto, el 23% de las conversaciones en las redes sociales sobre salud mental entre los jóvenes se refieren a los beneficios de apoyarse en los seres queridos y acudir a terapia. Además, los jóvenes comparten en las redes vías de escape para combatir la ansiedad y la depresión. Entre ellos, destacan las conversaciones sobre los beneficios del deporte como hábito saludable para el cuerpo y la mente.
En este sentido, la Generación Z debate sobre cuál es la mejor forma de hacer frente al estrés, la inseguridad o la infelicidad, que en gran parte recomiendan buscar ayuda externa a la vez que practicar deporte y mantener unos hábitos saludables.
Finalmente, parte de los chicos y chicas de entre 18 y 24 años que hablan de salud mental en redes reconocen hacer un uso desproporcionado de la comida y el alcohol para reducir esa sensación de tristeza y ansiedad. A raíz de este debate, gran parte de la conversación generada se basa en consejos para el cambio de hábitos, así como personas que comparten sus experiencias de convivir con sobrepeso o delgadez y la afectación de ello a su autoestima.
Generación Z y mundo laboral, un desafío estresante
En esta misma línea, SHARE, la agencia creativa de Samy Alliance que crea campañas para marcas en base a estudios de audiencia y de mercado mediante herramientas de escucha social, se ha unido con Microsoft para realizar un estudio sobre las preocupaciones de la Generación Z en torno al mundo laboral. Mediante un proceso de escucha social y análisis de las conversaciones, Share y Microsoft han detectado que el 41% de las conversaciones de los jóvenes en redes sociales sobre empleo se basan en búsqueda de consejos para crear un buen CV, saber cómo enfrentarse a una entrevista de trabajo o encontrar la fórmula para mitigar los efectos de la Covid-19 en sus carreras profesionales.
La pandemia ha cambiado el mundo laboral, por lo que los jóvenes han empezado sus carreras profesionales en medio de un contexto incierto, con nuevos desafíos y empresas en proceso de adaptación a nuevos escenarios. Todo ello ha comportado un estrés entre la Generación Z, que les ha llevado a desarrollar nuevas inquietudes y maneras de entender el mundo laboral.
Según apuntan Share y Microsoft, el cuidado de la salud mental en el entorno de trabajo es ahora una prioridad para los jóvenes antes de acceder a una oferta laboral. En concreto, el 30% de los jóvenes valora más la felicidad en el empleo que los términos tradicionales de progreso profesional como pueden ser los sueldos elevados o asumir altos cargos. No obstante, son muchos los que siguen pensando que el progreso profesional depende de haber estudiado en una universidad altamente reconocida, trabajar para grandes empresas, tener un cargo importante dentro de la compañía y un sueldo elevado.
Otra de las preocupaciones de los jóvenes que están a punto de acceder al mundo laboral es saber cómo establecer una buena red de contactos. La Covid-19 ha cambiado nuestra manera de relacionarnos y la Generación Z no sabe cómo hacerlo para acercarse a los profesionales y establecer esa relación necesaria para seguir evolucionando en el entorno profesional.
En un entorno en el que las compañías buscan cada vez más perfiles digitales y con conocimientos de las herramientas actuales, estas deben de ser conscientes de que la Generación Z prefiere optar por aquellas empresas que procuran por el bienestar de los empleados, las que generan entornos favorables en el día a día y ponen en valor la felicidad de sus equipos. Con ello, las empresas deben entender a qué perfiles dirigen sus ofertas y crear oportunidades laborales destinadas a estos nuevos talentos.