Montserrat Arias ( Bemypartner): “Ellos siguen estando al frente y las mujeres en la trinchera”

Tras varios años en multinacionales y diferentes agencias decidió crear su propia empresa, Bemypartner, con una filosofía propia de trato y una atención al cliente personalizada y de partner. Más que cumplir sus sueños, los ha ido creando y adaptando. Montserrat Arias muestra muy crítica con la desigualdad entre hombres y mujeres a nivel profesional, porque  “las mujeres tenemos en general varios frenos añadidos” y “hemos de romper los estereotipos de género que llevan a dar por hecho que un hombre va a ser mejor directivo o que va a tener menos problemas para compatibilizar su vida personal y profesional”. En las siguientes líneas considera que hay que ir cambiando la publicidad y la sociedad al mismo tiempo, ya que ambas se retroalimentan; que tenemos que ser flexibles, ágiles y no dar nada por sentado y que ve un futuro lleno de posibilidades. También aconseja  a los que entran en el mundo de la comunicación que tienen que saber de todo.

En nuestra sección REFERENTES, que trata de poner en valor a la mujer desde el punto de vista profesional, desvela diversas cuestiones planteadas a nivel personal y profesional. La entrevista fue publicada en versión reducida en el número 467 de la edición impresa

Personales

¿Cómo te autodefinirías?

Como una persona perseverante, resiliente, confiable y con ganas de aprender constantemente. 

¿Por dónde te gustaría perderte?

Sin duda, en cualquier playa del Caribe con mi familia.

¿Cuáles son sus referentes femeninos y masculinos en el sector?

Pues la verdad es que no tengo, pero si determinados aspectos de la competencia que sí que me gustan. Pero nadie específicamente.

¿En quién te inspiras?

Soy poco de seguir a personas en concreto, sí que inspirarme en aspectos determinados de algunas personas. Me gusta mucho la fortaleza de Hillary Clinton, la fiabilidad y energía de Ángela Merkel o la filosofía de Sheryl Sandberg. También he aprendido mucho de mis clientes y clientas, en los que hay grandes personas y líderes.

¿Cuál es tu cita o frase de cabecera?

Ocuparse y no preocuparse. Quizás porque tiendo a preocuparme y me la tengo que repetir a mí misma.

¿Cuáles son tus aficiones culturales y deportivas?

En deporte me encanta el fitness, voy cuando puedo al Club Metropolitan, donde hago clases y tengo un entrenador personal, es el tiempo que siento que me dedico a mí misma.  Y siempre he sido una ávida lectora, leo de todo, novela, biografías, lecturas sobre comunicación, sobre temas de género… Últimamente me gusta sobre todo descubrir autoras mujeres, encuentro una y me leo toda su bibliografía. La última ha sido la novelista inglesa Daphne Du Maurier.

Si pudieras cambiar de profesión, ¿qué te gustaría ser?

No me gustaría cambiar, pero siempre me ha llamado la atención escribir novela. Escritora.

Y por otra parte también admiro a la gente con capacidades opuestas a las mías. Saber bailar por ejemplo me parece un superpoder.

Profesionales

¿Coméntanos tu trayectoria profesional y las dificultades que tuviste como mujer? ¿Se han cumplido tus sueños?

Estudié periodismo y mi idea inicial era ser periodista de medio de comunicación. Al final de la carrera, viendo los horarios, los salarios y la vida real del periodista decidí que eso no era calidad de vida y descubrí el mundo de las agencias de comunicación. Me llamó también la atención la posibilidad de conocer muchos tipos de empresa, sectores, era como vivir diferentes profesiones en una. Desde entonces, hace ya más de 25 años me he dedicado al mundo de las agencias, completando mi formación en temas de gestión de negocio y digitales. Tras varios años en multinacionales y diferentes agencias decidí crear mi propia empresa, con una filosofía propia de trato y una atención al cliente personalizada y de partner.

Creo que más que cumplir mis sueños, los he ido creando y adaptando. Estoy feliz con lo que tengo y he conseguido y me gustaría hacer crecer aún más la empresa. He conseguido más de lo que pensé que sería capaz cuando llegué a la universidad. Siempre quieres hacer más cosas, y esta especie de insatisfacción permanente es la que te hace siempre pensar en qué paso vas a dar a continuación.  

Las mujeres tenemos en general varios frenos añadidos. El primero es que nuestro entorno en general nos anima menos a ser ambiciosas, montar empresas y ejercer el liderazgo. No es lo que se espera de ti y lejos de animarte sueles recibir mensajes del tipo ¿para qué te complicas la vida? A mí me dicen muchas veces que para qué quiero crecer, estoy segura de que esta pregunta la reciben menos ellos. Has de tener las cosas muy claras y saber lo que quieres. En mi sector hay muchas mujeres, por lo que no hay tanta discriminación como en otros sectores más masculinizados, pero sí que ves que hay algunas temáticas como la financiera o técnica en la que ves que pueden confiar más en hombres que en ti en un primer momento. Hay un sesgo que tiende a considerarlos a ellos como más expertos, en especial en algunos temas. De hecho, vemos que cuando las mujeres participan en foros o hacen entrevistas, la temática principal son “las cuestiones de mujeres, de género, la RSC, la gestión de personas…

Esto está muy bien, pero habrá igualdad cuando también se nos invite a participar en ponencias o entrevistas centradas en otros temas como la economía, la gestión de empresas, etc.

En general, el camino profesional ha sido difícil para muchas mujeres dentro de esta y de otras industrias. ¿Cuándo crees que se romperá el techo de cristal de la mujer en el mundo de la comunicación?

Nuestro sector es muy femenino y sin embargo las direcciones siguen en manos de hombres mayoritariamente. Vemos sobre todo hombres en algunas de las asociaciones sectoriales relevantes o al frente de los medios de comunicación…. Ellos siguen estando al frente y las mujeres en “la trinchera”. Hemos de romper los estereotipos de género que llevan a dar por hecho que un hombre va a ser mejor directivo o que va a tener menos problemas para compatibilizar su vida personal y profesional. Tenemos que preguntarnos por qué si en la Universidad de periodismo ellas son más y sacan mejores notas, luego ellos están en la dirección de medios en la mayoría de los casos. Seguramente la respuesta es compleja, pero hay que ir rompiendo los frenos que nos impiden llegar al poder, ya que quien tiene el poder tiene la capacidad de cambiar el mundo y de tomar las decisiones que les beneficien.

¿Qué opinas del tratamiento que se da a la imagen de la mujer en la publicidad española?

Hemos mejorado mucho en los últimos años, aunque queda mucho por hacer. La publicidad es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, pero por su necesidad de simplificar y resumir, los roles y estereotipos se magnifican. Todavía vemos anuncios en los que ellos son los expertos y ellas las que escuchan con atención. La voz del experto sigue siendo mayoritariamente un hombre. También se mantienen bastante los roles de cuidadoras; el75,6% de los anuncios de limpieza están protagonizados única y exclusivamente por una o varias mujeres, por ejemplo. Incluso cuando ellos protagonizan el enfoque es diferente y se centra en encontrar un producto “inteligente”, que limpia mejor o en menos tiempo, no tanto en la preocupación por los demás. Alarmante es también la publicidad dirigida a niños y niñas en la que ellos son más valientes, brillantes y energéticos y ellas mantienen un rol más “tierno, dulce y atento con los demás”. Hay que ir cambiando la publicidad y la sociedad al mismo tiempo, ya que ambas se retroalimentan.

¿Qué consejos profesionales les darías a las y los jóvenes que se adentran en el mundo de la comunicación hoy en día?

Un consejo que les daría a los y las jóvenes es que quien entra en comunicación tiene que saber de todo. Tiene que saber de economía, de empresa, de recursos humanos, entender el sector en el que trabaja y entender el mundo en general.

Una persona que se quiera dedicar a comunicación debe tener claro que ha de aprender de todo y aprender cada día. Sin esta visión general no te puedes convertir en un buen asesor de tu cliente y no vas a tener credibilidad.

¿Cómo ves el futuro de la comunicación, teniendo en cuenta el hastío de los consumidores ante los mensajes publicitarios de las marcas?

Pues veo un futuro lleno de posibilidades. La digitalización nos permite llegar al consumidor de forma directa, explicarle historias en las que se sienta comprometido e implicado. Ahora la comunicación es más compleja, pero al mismo tiempo más abierta y horizontal. Las plataformas sociales abren un mundo de posibilidades para hablar con el consumidor y consumidora, que sean ellos mismos quienes generen contenidos, interactuar, conocerlos… Me parece una oportunidad enorme para las empresas, incluso las de tamaño pequeño que pueden crear estrategias creativas y diferenciadoras. Puedes crear contenido de interés para tu público y atraerlos hacia tu marca.

Previsiblemente estamos saliendo de una dura pandemia que ha trastocado muchas vidas y muchos proyectos ¿Qué lecciones debe aprender el mundo de la comunicación y de la publicidad de la situación convulsa que hemos vivido?

La mayor lección que hemos aprendido es que todo puede cambiar de un día para otro y que tenemos que estar preparados para ello. Hoy nuestra realidad es una y tal vez mañana sea otra. Tenemos que ser flexibles, ágiles y no dar nada por sentado. “Nada es permanente, a excepción del cambio”, como decía Heráclito.  La capacidad de adaptarse es lo más importante.