El gasto medio en compras voluntarias de falsificaciones asciende a 33 euros por español. El 60% de los consumidores no sabe distinguir entre un producto falsificado y un artículo original
Según un estudio realizado por Nielsen y la plataforma de ecommerce Vestiaire Collection sobre los hábitos de consumo de falsificaciones en el mercado español el 43% de los españoles ha comprado una falsificación, ya sea de forma voluntaria o involuntaria. Aunque lo más habitual es que la compra sea involuntaria. De hecho el gasto medio en falsificaciones involuntarias ronda los 70 euros, cifra que contrasta con los 33 euros de gasto en falsificaciones voluntarias. Además, el 39% conoce a alguien afectado por una falsificación e incluso el 60% admite no saber distinguir entre una falsificación y un artículo original.
Normalmente, las falsificaciones han estado asociadas a gente sin recursos, sin embargo, el estudio demuestra que aquellos que más invierten en moda, más gasto realizan en falsificaciones, concretamente 52,6 euros (frente a los 33 euros de la media). Quizá se deba a que el 45% de los encuestados no sea consciente de los efectos de las falsificaciones en la sociedad o bien a un deseo aspiracional que no respeta la propiedad intelectual y las normas del mercado.
¿Cuánto cuesta a la economía?
Según el datos de la OCDE y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea las falsificaciones en la Unión Europea suponen unes pérdidas de ventas directas estimadas en más de 37.000 millones de euros anuales. En España en el año 2015 se incautaron mercancías falsificadas por valor de más de 700 millones de euros según el estudio “Falsificaciones 2016. Impacto de las falsificaciones a nivel internacional, europeo y español”. Según el autor, Gian-Lluis Ribechini, profesor de OBS, “el impacto económico de los productos falsificados supone no solo una elevada pérdida de ventas para las empresas y para sus proveedores, sino que además provoca desempleo por la menor demanda en la cadena de valor de los productos legítimos que son falsificados y una pérdida de los ingresos fiscales que generarían las ventas perdidas”. Según el análisis el impacto económico mundial del comercio de productos falsificados y pirateados fue de 338.000 millones de euros durante el año 2013.
La economía más afectada por las falsificaciones es la de los Estados Unidos (con 2 de cada 10 productos) seguida por Italia, Francia, Suiza y Japón. Por lo que se refiere a los países origen de las falsificaciones destaca de forma clara China que supone casi el 67% del origen de las incautaciones seguida por Hong Kong con el 22,6. La Cámara de Comercio de los Estados Unidos estima que el valor de los productos falsificados incautados por las autoridades aduaneras de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón es de más de 1.310 millones de euros para las falsificaciones procedentes de China mientras que las procedentes de Hong Kong tienen un valor estimado de más de 300 millones de euros.