¿Y si organizar eventos fuera algo profesional?
17 de abril de 2012
¿Qué marca más, que te cuenten una experiencia o vivirla por ti mismo? La vida está construida de vivencias y aquellas que han despertado tus emociones te dejan una huella en el tiempo e incluso, en algunos casos, permanecen para siempre. ¿Y si consiguiéramos comunicar, disfrutar, deleitar, provocar, sensibilizar, identificar, construir, reinventar, motivar… y en definitiva vender, por medio de experiencias en vivo? ¿Y si a través de la creatividad sorprendiéramos y provocáramos un mayor grado de recuerdo? ¿Y si a través de la conexión con la estrategia de la compañía definiéramos los objetivos a conseguir con un plan de eventos de un modo transversal (coordinado entre los distintos departamentos de la compañía)? ¿Y si consiguiéramos traer a tierra, experimentar, tocar, sentir en la propia piel, los intangibles de la empresa? ¿ Y si previéramos los posibles contratiempos y realizáramos una ejecución impecable para lograr los fines propuestos?. ¿Y si pusiéramos todos los medios para tener éxito en la convocatoria? ( los asistentes suelen acudir predispuestos a vivir una experiencia, de manera que ya está el terreno allanado para lograr en ellos el impacto buscado)
¿Y si organizar eventos fuera algo profesional?
Una vez, un amigo me dijo que tenía un primo que se llevaba bien con un tipo que… Los eventos son una industria, un sector en desarrollo donde ser, quedarte, crear,…son valores inherentes. Amiguismos, y demás familiares de esta actitud, quedan muy lejos de comportamientos de los verdaderos protagonistas de nuestro sector.
Cada vez más empresas, entre ellas las del Ibex, consideran los eventos como una herramienta estratégica de comunicación y marketing para conseguir sus objetivos de cara a sus targets. Para ello, confían en agencias de probada y larga experiencia, con estructura interna suficiente para acometer todas las fases del evento. Las compañías utilizan los eventos para comunicar en vivo sus valores (sostenibilidad, innovación, transparencia, eficacia, calidad….) con el objetivo de que sean percibidos de una manera sensorial y emocional por los públicos a los que se quiere llegar, de modo que les quede grabada la experiencia de marca.
¿Y si no hicieran falta “bigotes” y “caretas”?
Beatriz González-Quevedo Izuzquiza
Gerente del Club para la Excelencia en Eventos
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