De cara al nuevo año, los profesionales del sector del marketing deben prepararse para un entorno cambiante que les exigirá adaptabilidad, dominio del manejo de datos, creatividad y capacidad de contar historias en diferentes canales de manera coherente
De acuerdo con Samy Alliance, el rol del marketer del 2025 evolucionará considerablemente y deberá ser un profesional con capacidad de adaptación, fluidez en el manejo de datos y creativo. Los desafíos a escala global estarán a la orden del día, por lo que la gestión inteligente de los datos y la creación de historias centradas en la audiencia serán algunas de las capacidades más demandadas en el sector durante el año entrante.
Además, las redes sociales seguirán constituyendo un activo clave para las marcas. Se prevé que su influencia como canal de ventas directo crezca, haciendo de Instagram, TikTok o YouTube los escaparates perfectos para la venta de productos y servicios. De acuerdo con el estudio ‘Marketing Trends 2025: An exiciting Journey’, se enfatizará en la optimización de plataformas de alto impacto y en la participación de la audiencia a través de las redes, que potenciarán su papel de comunidad.
Muy de la mano de las redes sociales, se potenciará el social commerce como consecuencia de este interés creciente del consumidor en las socials. Esto obligará a las marcas a presentar enfoque más humanos y auténticos para diferenciarse y conectar con sus públicos. Solo así se podrán transformar las visitas al perfil en ventas.
El User Generated Content seguirá encabezando las tendencias en el mundo del social media, impulsado por la creciente demanda de autenticidad, originalidad y un enfoque más humano en el marketing.
Este social commerce estará impulsado por los influencers, que a pesar de la crisis de credibilidad con la que llevan cargando un tiempo, siguen siendo los mejores embajadores de las marcas en el entorno digital, capaces de acompañar al usuario desde el descubrimiento hasta la compra. Los micro y nano influencers jugarán un papel destacado, respondiendo a la demanda de los consumidores de contenido más real y cercano. A su vez se demandan métricas y herramientas capaces de medir de manera fiable el ROI de las campañas impulsadas por creadores de contenido, con el fin de poner cifras a su eficacia.
A pesar del gran revuelo que ha supuesto la inteligencia artificial este año, para 2025 se espera que la creatividad humana reclame el lugar que le pertenece como verdadera fuerza impulsora de la IA. Esta herramienta transformará -como ya lo está haciendo- la industria creativa, pero los profesionales seguirán siendo el motor de la misma. Las marcas que incluyan esta herramienta en sus procesos y la empleen para dar vida a las ideas de sus equipos liderarán el camino.
Por último, en un entorno constantemente en cambio y algo convulso, el monitoreo de tendencias para lograr la relevancia cultural será clave. Las marcas están supeditadas a los ritmos frenéticos del consumidor, por lo que la detección temprana de tendencias puede constituir una ventaja importante. Sin embargo, tampoco hay que sumarse a todo: se debe adoptar una postura reflexiva y evaluar en qué momentos una marca es relevante y aporta y cuándo es mejor no sumarse a una tendencia solo por el ruido que genera.