La comunicación sigue teniendo género: los directivos son mayoría y la brecha salarial continúa alta

Entre los datos extraídos, destaca que los hombres acceden por primera vez a posiciones directivas con un salario un 18% superior al de las mujeres que, además, experimentan una mayor rotación laboral dentro de la misma compañía hasta acceder a la dirección de comunicación

El 66’1% de los directivos de comunicación en España son hombres; es decir, solo el 33’3% de los altos cargos son ocupados por mujeres, a pesar de la ‘relativa’ feminización del sector en posiciones junior e intermedias. Si la mayoría de personas que trabajan en sectores de la comunicación son mujeres, ¿cómo sigue siendo posible que apenas ocupen puestos directivos? Es una de las cuestiones y conclusiones a las que se ha llegado hoy durante la presentación del estudio ¿Comunicación sin género?. El informe, impulsado por Evercom y de la mano de equipos investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), pretende mostrar la realidad que existe en la actualidad en torno a la comparativa de la situación laboral que experimentan hombres y mujeres en el ámbito de la comunicación en España.

El encuentro de presentación de la investigación se ha producido en el espacio Larra y ha contado con Irene de la Casa, directora general de Evercom, como presentadora y moderadora del evento; además de con Juan Briz, director de comunicación en Deutsche Bank España, y Sara Vega, directora de comunicación y marketing de Fnac España. Los resultados del estudio han sido presentados por Rebeca Suárez, profesora e investigadora en la Universidad Rey Juan Carlos en el departamento de Periodismo y Comunicación Corporativa; y por Francisco Muñoz, profesor e investigador en Comunicación Corporativa y Comunicación Institucional e Imagen Pública en la Universidad Complutense de Madrid.

El propósito del estudio ha sido identificar si, atendiendo a la igualdad de género, los avances experimentados en los últimos años han supuesto una transformación en la realidad profesional de los directivos y directivas de comunicación del país. Para el desarrollo del proyecto, se ha encuestado a más de 350 directivos (hombres y mujeres) de empresas de sectores diversos con más de 50 empleados y hasta más de 1.000.

Francisco Muñoz, Irene de la Casa y Rebeca Suárez antes de la presentación del informe | Imagen: El Publicista

“En el momento actual, la conquista de espacios profesionales por parte de las mujeres se ha convertido en uno de los elementos de transformación más evidente dentro de la esfera pública y privada. Con este estudio, desde Evercom hemos querido medir si la sociedad y el entorno empresarial avanzan en sintonía”, explicaba Irene de la Casa. Y añadía que el objetivo principal es “contribuir con una hoja de ruta que nos ayude a identificar cuáles son los puntos grises sobre los que poner el foco de nuestros esfuerzos en los próximos años”.

Acceso al liderazgo

El acceso a los puestos de responsabilidad es el punto de partida sobre el que se ha estructurado la propuesta. Una de las principales conclusiones es que a las mujeres les cuesta más tiempo, esfuerzo y desgaste personal alcanzar los puestos directivos.

En España, las dircoms experimentan una mayor rotación laboral, incluso dentro de la misma empresa: 4 de cada 10 mujeres han ocupado diferentes posiciones dentro de la misma organización, mientras que solo 2 de cada 10 hombres lo hacen.

El reconocimiento dentro de las estructuras también es inferior en el caso del sexo femenino: mientras que el 65% de las mujeres encuestadas afirmaron haber asumido -en algún momento de su carrera- responsabilidades de dirección de comunicación sin ocupar oficialmente dicho puesto, esto solo ocurre en el 50% de los casos cuando son hombres.

Vinculado al acceso efectivo a espacios de toma de decisiones, las conclusiones recogidas señalan diferencias relevantes: hay una brecha del 10% respecto a la presencia de directivas de comunicación en los Comités de Dirección de las empresas, respecto a los perfiles masculinos. Casi el 80% (78’9%) de los encuestados forma parte del organismo, frente a un 68’6% de las participantes.

Estos datos ayudan a comprender y contextualizar la realidad de las compañías y es que tan solo un 17’1% de los directivos y directivas que han participado en el estudio reporta a una jefa.

“El conocimiento es poder, no lo es la información. El conocimiento es la base para la formación y la transformación y los datos obtenidos en el estudio nos dan pinceladas de cómo está la sociedad actualmente. Los resultados son un reflejo de la actualidad empresarial y las diferencias que siguen existiendo entre hombres y mujeres”, explicaba Francisco Muñoz durante la presentación del estudio.

La barrera del salario

La brecha salarial ha sido -y sigue siendo- uno de los asuntos más vinculados a la desigualdad de género durante años y que más impacto ha tenido en la conversación pública. El estudio analiza tanto el salario en el momento del inicio de la carrera profesional como la progresión hasta el momento actual.

Las conclusiones afirman que el sector de la comunicación se adhiere a la tendencia global, según datos ofrecidos por la OCDE en el ‘Women in Work Index 2024’: las mujeres continúan percibiendo una retribución inferior a los hombres ocupando posiciones equivalentes.

Al hablar de liderazgo, los hombres acceden a los altos puestos por primera vez con un 18% superior al de las mujeres. Cuando la realidad evoluciona, se mantiene a lo largo de la carrera profesional: casi la mitad de las directivas (46%) no gana más de 70.000 euros anuales, mientras que el 68% de los directivos no está por debajo de dicha cifra.

Entrando en detalle, los resultados obtenidos permiten concluir que en la franja salarial que ocupa de los 50.000 euros anuales a los 100.000€ al año, hay una ligera mayoría de mujeres. Esto, aunque en un segmento muy minoritario de la muestra, puede proyectar una tendencia positiva de cara al futuro.

¿Y la conciliación?

Las dificultades asociadas al acceso a puestos de responsabilidad y, en consecuencia, al salario que comparativamente perciben hombres y mujeres dircom tiene su reflejo en el conjunto de la sociedad. La cuestión de la conciliación, del equilibrio entre la vida personal y profesional, también las penaliza a ellas.

Es cierto que se ha detectado un mayor nivel de concienciación en lo que respecta a la conciliación por parte de las empresas, determinando que el 82’3% de las mujeres y el 70’8% de los hombres afirma que en la compañía que trabajan se muestran sensibles a las obligaciones personales a la hora de programar actividades laborales. Sin embargo, casi el 60% de ellas tienen problemas reales para conciliar y el 52% además afirma que solo en ocasiones puede adaptar su horario. Un 6% asegura no poder hacerlo nunca.

Los cuidados a otras personas suelen ejercerlo más las mujeres y esto también afecta de manera directa al desarrollo de la carrera: un 55’6% ha tenido que dejar de trabajar para cuidar de sus hijos/as o personas a su cargo, mientras que en el caso masculino la cifra se reduce al 33’8%. El porcentaje de mujeres sobre hombres que manifiestan dificultades para equilibrar la vida profesional con el cuidado de los hijos es de más del 34%, cuando se habla de personas dependientes la cifra es de más del 37%.

Al tratar cuestiones vinculadas a las tareas del hogar, el porcentaje es del 24% y cuando se habla del tiempo vinculado a actividades de ocio o formación, la diferencia entre sexos asciende a más del 48%. De hecho, hay siete veces más mujeres que hombres que aseguran no poder disfrutar de su tiempo de ocio. De ellas, un 25’5% identifica el estrés como uno de los obstáculos clave en materia de conciliación (en el caso de los hombres es de 11’3%).

A pesar de los pasos en positivo, que tienen que ver con haber colocado sobre la mesa debates esenciales como los vinculados a la corresponsabilidad, la maternidad continúa siendo un condicionante evidente para las directivas y, además, se ha detectado una diferencia sustancial en cuanto a la percepción respecto a los hombres encuestados.

El género masculino tiene a percibir menos negativamente las consecuencias que puede tener la maternidad en la carrera profesional de sus compañeras: un 20’3% asegura que les perjudica poco o nada, frente a un 66’4% de las directivas que estuvieron de acuerdo o totalmente de acuerdo con que este era un factor fundamental en la progresión profesional femenina.

En conclusión, los resultados del estudio demuestran que los avances en materia de representación femenina en el ámbito laboral y en posiciones de liderazgo, aunque son significativos, no dejan de plantear interrogantes sobre las barreras que aún persisten y los desafíos que deben superarse para alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades y reconocimiento. Es importante comprender que la permeabilidad que entrelaza el universo laboral y el social es un buen medidor del impacto real que los avances teóricos tienen en la vida de las personas. En ocasiones, estos espacios de la vida pública avanzan en sintonía, pero, en otras, el progreso es desigual e indicativo de carencias que deben ser subsanadas.

Coloquio

Tras la presentación del informe, Irene de la Casa reunió en una mesa redonda a Sara Vega (Fnac) y Juan Briz (Deutsche Bank) para charlar y debatir sobre los datos extraídos del estudio y conocer su situación y puntos de vista.

En conciliación se concluía que ha habido una transformación en cuanto al cambio y se están aplicando nuevas políticas; sin embargo, las profesiones que requieren más horas son las que siguen afectando más a las mujeres porque “no suelen estar bien pagadas”, apuntaba Briz, quien bromeaba con que “las horas que se destinan al sector comunicación son desorbitadas y no están bien pagadas, pero por lo menos es la profesión más bonita”.

Por su parte, Sara Vega explicaba que en Fnac tienen “la suerte de que la compañía está concienciada con la diversidad, pero hay que tener en cuenta tres aspectos: las políticas de conciliación e igualdad que ponen las empresas; la cultura de la compañía y si esta cultura acompaña a las políticas impuestas; y la percepción individual de cómo acogerse a dichas políticas, pues pocos hombres van a dejar de ir a una reunión por tener médico con sus hijos, pero las mujeres sí lo hacemos. Las políticas existen, pero los hombres tienen una percepción individual donde expresar en voz alta las preferencias con los hijos y todavía cuesta un poco. Hay un trabajo social que hacer para que no nos sintamos mal haciendo esto”.

Sara Vega, Irene de la Casa y Juan Briz durante la charla sobre géneros en comunicación | Imagen: El Publicista

Desde su experiencia personal, Juan Briz consideraba que la situación está cambiando, pero que todavía faltan oportunidades para que “todos tengamos cómo desarrollar nuestra carrera profesional y nuestros cuidados a otras personas”.

Sara Vega se reafirmaba en que las mujeres concilian más que los hombres porque “ellos se prestan más al ocio y así se dividen las tareas. Al final no es responsabilidad de la empresa lo que hacemos con nuestro tiempo libre; sino que se trata de un problema social que hay que gestionar y tratar desde casa. La conciliación no es una cuestión puramente empresarial, hay que repartir las tareas en el núcleo familiar. Necesitamos un calado más social, cultural y político en este sentido que de la empresa”.

Durante la charla también se mencionó la importancia de que los hombres participen en el debate para tomar conciencia desde casa y que todos sean parte del cambio; pues no se trata de una lucha solo de mujeres.

“Este tipo de proyectos nos ponen frente al espejo. Hay muchos puntos que hemos alcanzado, pero todavía hay muchas zonas grises que tenemos que cambiar”, concluía y finalizaba Irene de la Casa.