Esta generación valora especialmente el precio, la calidad y la cantidad de los productos a la hora de la compra, pero se ve muy limitada por su falta de liquidez
Los jóvenes de la generación Z han heredado algo de sus padres y abuelos y es que, de acuerdo con el estudio publicado por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC), la mitad de los integrantes de esta generación prefiere comprar en tiendas físicas antes que por internet. Un dato que sorprende, pero que concuerda con los datos nacionales: de acuerdo con Google, un 49% de los españoles prefiere comprar en tiendas físicas.
Sin embargo, un condicionante más grande que el de comprar en tiendas físicas o por internet, es la liquidez. El precio es uno de los factores al que más valor le otorgan los jóvenes, pero no solo por el contexto inflacionista en el que vivimos, sino porque ocho de cada diez zetas siguen viviendo en casa de sus padres y una gran mayoría aún no ha empezado a trabajar, por lo que no dispone de una fuente fija de ingresos.
Así, el 16% de la población (que es el porcentaje de zetas en nuestra sociedad) está altamente condicionado por la poca liquidez de la que dispone. A pesar de ello, cuando los jóvenes gastan, lo hacen en salir a comer o cenar, comprar ropa o calzado y consumir snacks, refrescos o bebidas, en ese orden de prioridad.
Otra de las principales características que definen a este grupo es su compromiso medioambiental, especialmente a partir de los 23 años de edad. Alrededor de un 60% de nuestros jóvenes dice estar preocupado por el cambio climático y sus posibles consecuencias y demanda a las empresas un mayor compromiso con la causa, para ser parte así de la solución.
Este consumidor del futuro prioriza el precio y la calidad de los productos que va a comprar y normalmente los busca antes por internet para asegurarse de qué es lo que quiere y comparar opiniones. Un 56% de los Z asegura buscar el producto y reseñas sobre el mismo.
Imagen de cabecera: IStock