Nuestras decisiones no son solo nuestras

El marketing ya ha incorporado la economía conductual, que se adelanta a nuestro proceso racional de toma de decisiones, guiándolo hacia un consumo determinado  

La psicología que hay tras nuestras elecciones de compra ya no es un secreto para los expertos de marketing. Conocida como economía conductual, esta disciplina que mezcla psicología y economía se está implementando en las estrategias de marketing para que sean mucho más efectivas y personalizadas.  

Las decisiones de compra no siempre son racionales y es justo a eso a lo que las marcas apelan a la hora de vender sus productos. Una de las técnicas empleadas es el ‘nudging’ o incentivos de comportamiento para influir en la decisión de compra a través del refuerzo positivo y las indirectas. A pesar de que muchas veces tomamos decisiones de manera automática, no siempre es así, de acuerdo al estudio presentado por Apache.  

Esta economía del comportamiento permite, además de hacer campañas de marketing más efectivas por la influencia en el comportamiento del consumidor, también más personalizadas. A través de diferentes técnicas, la economía conductual mejora la experiencia digital comprendiendo las preferencias y toma de decisiones de los consumidores, por lo que puede presentar las opciones de manera que los usuarios se sientan más atraídos hacia algunas en concreto.  

Así, comprender al consumidor es clave en un entorno en el que su estado emocional y subconsciente lo es todo en la toma de decisiones de compra. Los consumidores españoles, por su parte, mantienen un optimismo relativo en lo que respecta a su vida, ya que alrededor de la mitad de la población está expuesta a un alto estrés y desgaste emocional, de acuerdo con el estudio ‘Sensor’ de Havas Media. Sin embargo, se puede concluir que el autocuidado y las sensaciones positivas prevalecen entre los consumidores. Con respecto a la situación nacional, hay un sentimiento generalizado de incertidumbre ya que se espera que la inflación empeore con el paso del tiempo. Aun así, algo más de la mitad de los consumidores españoles pretenden mantener su nivel de gasto, mientras que uno de cada tres, lo aumentará.  

Cabe destacar que la relación de los consumidores con las marcas es bastante estable, pero la subida generalizada de los precios ha hecho que el comprador sea más susceptible al cambio de marca en función de las promociones y el ahorro que estas supongan.