El neuromarketing es el motivo principal de una de cada diez compras

En los últimos años, la personalización del marketing y las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual o la realidad aumentada han supuesto un incremento de las ventas para marcas como Coca-Cola o Apple

En un mercado cada vez más saturado y donde es casi imposible hacerse destacar, las empresas que han implementado tácticas de neuromarketing han conseguido amentar sus ventas en un 10% de acuerdo con el nuevo informe publicado por la EAE Business School. El neuromarketing es una disciplina emergente en la que la neurociencia y el marketing se fusionan para conocer más en profundidad a los consumidores, profundizando en su comportamiento y necesidades. Gracias a esta información, las empresas pueden adoptar estrategias que pongan al consumidor en el centro y sean más personalizadas y, por tanto, más efectivas. Además, el neuromarketing también emplea las emociones a su favor, por lo que consigue generar vínculos más fuertes y duraderos entre la marca y el cliente. 

En el informe se destaca el importante papel de la IA en el marketing del futuro, que el año pasado creció un 29,70% en el mundo del retail. La inteligencia artificial permite a las marcas la personalización de los mensajes. A través de algoritmos de aprendizaje automático, estos sistemas recomiendan productos personalizados a los clientes y permiten la segmentación de la publicidad, optimizando así las campañas. 

La realidad virtual y la realidad aumentada son dos tecnologías que permiten experiencias inmersivas de compra. Empresas como Ikea o Zara ya han comenzado a usarlas para que los consumidores puedan ver cómo encajarían ciertos productos en sus hogares antes de comprarlos o cómo les sentaría una prenda de ropa sin necesidad de probársela. Estas técnicas han generado una mayor participación por parte de los consumidores, así como una mayor retención de la información y han llegado a aumentar las ventas hasta en un 20%. Sin embargo, el debate sobre la ética y privacidad, así como el coste de desarrollo, aún mantiene a muchas marcas alejadas de estas nuevas tecnologías. 

A pesar de que aún queda mucho camino por recorrer, está claro que el neuromarketing funciona y que ha llegado para quedarse. Esta disciplina que estudia las respuestas de los consumidores para identificar patrones de comportamiento que influyan en las decisiones de compra, ya está siendo utilizada por marcas como Sephora, Tesco, Dove, L’Oreal… 

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