Pymes y transformación digital: la (r)evolución está servida

por Ana Velayos

Avanzar. Progresar. Transformarse. Entender los cambios y tener la capacidad de adaptarse a ellos. Más que nunca la palabra “evolucionar” adquiere un significado trascendente en lo personal y en lo profesional. Arrancamos un año lleno de retos y proyectos. Desafíos innovadores y sorprendentes en todos los sentidos. Hay que tomar el testigo a 2020 y seguir atravesando un camino tan lleno de incertidumbres como de oportunidades. Y si algo hemos aprendido en tiempo récord, es que la digitalización es sin duda “la vacuna” del presente. Teníamos claro que cada vez seríamos más tecnológicos pero, cuando lo digital se convierte en aquello que nos va a salvar en muchas circunstancias, no tenemos opción: hay que aferrarse a ello. Sin dudas ni miedos.

Como CEO de una startup de transformación digital, no puedo negar que este cambio de mentalidad está siendo difícil para todos tanto en lo personal como en la faceta laboral. El escenario que se nos ha presentado en los últimos meses, e incluso en las últimas semanas, ha puesto a prueba todas nuestras capacidades. Respecto al ámbito profesional, me ha exigido revisar la manera de dirigir una empresa, la gestión de los proyectos y equipos y, por su puesto, de las emociones. Porque hay ciertos aspectos que la tecnología no puede suplir, pero nos puede ayudar a mantener algunos vínculos y conexiones esenciales. Un ejemplo sencillo: una videollamada.

Como en todo proceso de cambio, en este caso de adaptación de las PYMES y organizaciones a la transformación digital, es necesario seguir unos pasos. El
proceso de transformación digital más visible para todos a raíz de la pandemia, y, recientemente también debido a la borrasca Filomena, ha sido el teletrabajo, del que ya podemos decir que ha generado una (r)evolución. Para muchos, hablar de teletrabajo ha supuesto hacer un esfuerzo de bienvenida a un gran desconocido que generaba recelos. Para otros, una gran minoría, ya era un habitual compañero en su entorno laboral. Para todos, creo que debería ser una forma alternativa de trabajo combinable con el presencial. Una forma de trabajar a la que no hay que tener miedo sino al contrario: puede impulsar la eficiencia en la empresa y generar destacados beneficios para jefes y empleados. Sin duda, aprender a ser flexibles va a ser uno de los grandes retos de los próximos tiempos.

Desde mi punto de vista este proceso de transformación tiene que ir acompañado de un cambio cultural que ya vamos asumiendo. Se precisan también algunos aspectos y conocimientos técnicos y, sin duda, la comunicación interna entre los equipos ha jugado un importante papel para lograr ser productivos, eficaces y mantener y fomentar la cohesión de los grupos humanos. Cuando nos sentimos parte de algo nuestro compromiso se incrementa y también nuestro deseo de que las cosas salgan bien. Respecto a la parte técnica, y teniendo en cuenta el rol que desempeñemos en nuestra compañía (directivos, jefes de proyecto, ejecutivos de cuentas, etc.) deberíamos, por un lado, utilizar aquellas herramientas que mejor se adapten a nuestras necesidades con la meta de ser más productivos y eficientes. Además de simplificar nuestro trabajo con aquellas herramientas que nos faciliten la planificación y organización del trabajo diario. Hago especial hincapié en aquellas herramientas y cuadros de mando que nos permitan medir y realizar un seguimiento diario de nuestros objetivos de negocio. Para ello, es importante prestar una especial atención al diseño de los indicadores de esos objetivos, pues cada área necesita los suyos y debemos definirlos o diseñarlos especialmente para ello.

Un error muy común es querer aprender a utilizar el mayor número de herramientas digitales posible. Lo único que conseguimos con ello es generar confusión y frustración en el caso de no saber utilizar algunas de ellas o sentir que se te complica tu día a día con tanta exigencia tecnológica. Lo ideal es saber manejar las herramientas justas que exija cada situación o proyecto. Objetivos claros. Es la clave para elegir bien lo que te ayudará a conseguirlo.

 

“Hay tres líneas de trabajo definidas que nos ayudarán mucho: la formación, adaptando metodologías y dinámicas a entornos digitales, la visualización de datos y el manejo de herramientas de gestión de equipos y proyectos, como por ejemplo Jira, Wrike o Trello, entre otras”

 

Algunos de los perfiles que más formación digital necesitamos somos los CEO. Al menos es mi caso. Aprendo y estudio a diario para mejorarlo. Muchos de nosotros pasamos gran parte del tiempo en otras acciones que, aunque también decisivas para el negocio, no nos permiten tener un conocimiento pormenorizado de los detalles. En este momento además, muchas de nuestras relaciones offline han quedado reducidas por la circunstancias, y debemos seguir manteniendo y fomentando nuestros contactos, pero de manera virtual. De modo que la formación y las herramientas de visualización de datos y de gestión y seguimiento de equipos son vitales para que los directivos de las empresas podamos desarrollar nuestro trabajo en remoto. Y ser igual o más eficaces. Creo que hay tres líneas de trabajo definidas que nos ayudarán mucho: la formación, adaptando metodologías y dinámicas a entornos digitales, la visualización de datos y el manejo de herramientas de gestión de equipos y proyectos, como por ejemplo Jira, Wrike o Trello, entre otras.

¿Una de las claves para el buen funcionamiento de una empresa? Sin duda, la organización de los equipos. La planificación siempre es necesaria, pero más aún cuando físicamente no tienes a tu compañero al lado. Al teletrabajar, hemos perdido esa “cercanía” que antes disfrutábamos al tomar juntos un café. Lo prioritario son las personas. Por eso, considero que es muy importante destacar la labor de la comunicación interna y las ventajas y posibilidades que tienen las PYMES frente a las multinacionales a la hora de mantener una relación más cercana con sus empleados. Gestos tan sencillos como interesarse por un compañero de forma habitual, permite generar unos vínculos que supondrán, entre otros muchos beneficios, un aumento de la motivación. Estar motivado y sentirse escuchado, sin duda, se verá reflejado en mejores resultados profesionales y de negocio. Las PYMES tienen muchas oportunidades para lograrlo.

Piensa qué puede aportar tu empresa a los demás, qué objetivos quieres conseguir y digitalízate. Eso sí, siempre con un propósito. Porque de eso va la empresa y la vida: de (r)evolucionar para dar a los demás nuestra mejor versión. ¿A qué estamos esperando?

 


Ana Velayos (Linkedin) es CEO de Ole Digital Solutions, consultora de diseño estratégico y producto digital enfocada a facilitar la transformación digital de personas, empresas e instituciones.  Licenciada en Periodismo y titulada superior en protocolo, relaciones externas y organización de eventos, cuenta con más de 20 años de trayectoria, especialmente en el ámbito de la comunicación institucional. Tras varios años trabajando en medios de comunicación así como en comunicación politica (junta de Castilla y León), se pasaría al territorio de la consultoría  para marcas, primero como responsable de comunicación de la extinta Appfrobrands (especializada en mobile marketing) y posteriormente desde Ole, agencia que ella misma funda en 2017. En los últimos cuatro años ha trabajado en proyectos de diversa índole, tanto con pequeños negocios locales que necesitan adaptarse al entorno digital como con administraciones públicas y empresas del Ibex 35.