Por Joan Boluda
Según un reciente estudio de la empresa PQ Media, la inversión que las empresas llevan a cabo en marketing de contenidos se va a duplicar en los próximos años, alcanzando los 300.000 millones de dólares en 2019. Además, los contenidos promocionales de una marca tienen un 29% menos de credibilidad para el público objetivo. Estas cifras demuestran que el content marketing no es una moda pasajera como pueden llegar a pensar algunos profesionales, sino más bien todo lo contrario. Desde el año 2013, la creación de contenidos por parte de las empresas no ha dejado de aumentar y es que los resultados demuestran que este tipo de captación ofrece hasta un 57% más de conversión que otras técnicas promocionales más tradicionales.
Por este motivo ofrecer soluciones de forma gratuita por medio de artículos, newsletters, impactos en redes sociales… genera una mayor confianza en el público objetivo de la empresa, además de otros muchos beneficios. El reconocimiento de marca y el posicionamiento SEO son otros de los principales motivos por los que tu marca debe llevar a cabo una estrategia de contenidos.
Según las estadísticas, el 92% de los jóvenes buscan en internet respuestas cuando les surge una duda y la mayor cantidad de contenido que consumen es en formato audiovisual. Los tutoriales, demostraciones, seminarios o experiencias personales narradas delante de una cámara ofrecen al potencial cliente un valor añadido con respecto a nuestra competencia.
Pero no todo el contenido es audiovisual, porque tener un blog actualizado con contenido educacional es un imán para captar nuevos clientes. Cuando ellos buscan en Google la solución a un problema, allí debe estar tu empresa para ofrecerles toda la información que necesitan. Éste es el motivo por el que los cursos de formación sobre el tema son altamente demandados hoy en día. Y es que tener bien posicionado nuestro contenido es prioritario para que el marketing de contenidos tenga el efecto deseado.
Según las estadísticas, el 92% de los jóvenes buscan en internet respuestas cuando les surge una duda y la mayor cantidad de contenido que consumen es en formato audiovisual. Los tutoriales, demostraciones, seminarios o experiencias personales narradas delante de una cámara ofrecen al potencial cliente un valor añadido con respecto a nuestra competencia.
Si creas un tutorial fantástico pero no sabes posicionarlo en los buscadores, no estarás ayudando a nadie. Debes elegir con cuidado las palabras clave y describir el contenido de tu artículo para que Google sepa de qué estás hablando. De esta forma, tu trabajo no será en vano y los resultados de tus conversiones aumentarán exponencialmente. Para ello es necesario anticiparse a las preguntas de tu público objetivo y aplicar técnicas de captación (como formularios de suscripción) para comenzar el proceso de conversión.
Las empresas que utilizan el marketing de contenidos incorrectamente para vender están desperdiciando todo el potencial de esta estrategia, pero además están cometiendo el grave error de generar desconfianza en sus potenciales clientes. Esta técnica está hecha para ayudar y aportar valor, pero olvidar que el fin de la empresa es vender supone un reto para muchos negocios.
Como conclusión, me gustaría destacar que con demasiada frecuencia pensamos en nosotros en vez de ponernos en la piel de nuestros lectores. Cuando te enfocas en ayudar y aportar valor, los demás se dan cuenta y los resultados son mejores. Sin embargo, cuando piensas en vender, tus lectores analizan tu contenido como un anuncio publicitario y estarán menos receptivos a una futura compra.
Imagen de cabecera: Think with Google