Con una imagen satélite, la pyme española ha demostrado que la zona donde hace seis meses se grabó ‘¿Una fotografía irrepetible?’ sigue en pie, mientras el resto de la selva está arrasada
Tras la firme decisión de eliminar el uso del aceite de palma en sus productos, la chocolatería palentina Trapa envió en septiembre de 2018 una expendición a Borneo (Indonesia) donde se realizó una fotografía en una de las selvas amenazadas por la deforestación causada por plantaciones de palma aceitera.
A través de la imagen, publicada en distintas revistas nacionales, y de la emisión de un documental lanzado en redes sociales, advirtieron que, si la selva fuese deforestada, Trapa volvería a Borneo para repetir la misma foto, en el mismo lugar y contrastar así públicamente su destrucción. Según fuentes locales, entre los meses de diciembre de 2018 y enero de 2019, estaba prevista la deforestación del lugar donde se tomó la “fotografía irrepetible”, por lo que Trapa inició los trámites para volver a Indonesia. Por razones ajenas a la pyme española, este viaje no se ha podido llevar a cabo. Por ello, y para concluir con el proyecto, la compañía ha contratado los servicios de un satélite gracias al cual se ha certificado que la zona sigue en pie, dando constancia también de cómo las partes limítrofes se encuentran deforestadas o explotadas, quedando únicamente lo que se tomó como “la fotografía irrepetible”.
“Pueden dificultarnos finalizar el proyecto, el lobby del aceite de palma puede intentar retirar cada campaña que hagamos, pero lo que no se puede esconder es la deforestación que provocan las plantaciones de aceite de palma, que siguen amenazando a animales en peligro extinción”, afirman desde la compañía palentina, añadiendo que “si para ocultar la realidad se ha paralizado la deforestación de una parte de esta selva amenazada, nos alegramos de poder haber contribuido a salvarla”.
Presiones por parte del lobby del aceite de palma
Cuando la primera parte de “La fotografía irrepetible” se hizo pública en España, el lobby del aceite de palma (una fundación integrada por poderosas multinacionales) reaccionó de manera inmediata presionando para retirar la campaña. Para ello, interpusieron una queja ante el organismo autorregulador “Autocontrol”, al que TRAPA ni siquiera está adherida. La compañía no se dejó intimidar y respondió manteniendo la publicación de la fotografía y el documental en internet.