Fairy ha revivido su paella -que hace veinte años acabó convirtiéndose en la más grande del mundo- en Cañamero, un pueblo de Cáceres, el primer ganador de ‘Fairy celebra tu pueblo’.
A través de esta iniciativa, la marca ha ayudado a financiar tres proyectos que fomentan la calidad de vida en las zonas rurales y la celebración en comunidad. Durante los meses que ha durado el concurso, municipios de toda España, que cuentan con menos de 5.000 habitantes censados, presentaron un total de 72 candidaturas y se contabilizaron más de 122.000 votos. Tras una votación nacional, Cañamero fue el primer municipio ganador del concurso, seguido de Tórtoles de Esgueva y Hornillayuso, ambos ubicados en la provincia de Burgos.
Cañamero destinará la ayuda de Fairy de 10.000 euros para la construcción de un refugio climático que servirá como lugar para sus residentes durante condiciones extremas climáticas y servir como espacio de ocio para el aprendizaje y diversión de sus habitantes. También contarán con esta ayuda los municipios de Tórtoles de Esgueva y Hornillayuso, quienes llevarán a cabo la adecuación de un parque local y la ampliación de la plaza del pueblo, respectivamente.
La comida popular se celebró gracias a dos paelleras, una de tres metros y otra de 1,70 metros de diámetro, que sirvieron para cocinar una paella que dio de comer a los 1.125 cañameranos que llenaron las calles de la localidad. Además, se realizó un pórtico compuesto, en parte, por los platos empleados durante el almuerzo. En concreto, al final del evento, se contabilizaron un total de 920 platos con menos de un tercio de una botella de Fairy de 480ml.
Además, el evento estuvo presidido por la directora de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, María de los Ángeles Muriel, y el alcalde de Cañamero, David Peña, quienes resaltaron la importancia de este tipo de iniciativas para seguir impulsando la calidad de vida de todas las generaciones en el entorno rural.
Esta iniciativa apuesta por los pequeños municipios que, como señaló el sociólogo Javier Gállego, “se está convirtiendo años tras año en el objetivo, destino y refugio para miles de ciudadanos”. Aseguró que “se han desplazado anualmente desde la gran ciudad una media de 55.000 personas a municipios con menos de 5.000 habitantes y el 46% de estos ciudadanos tienen menos de 35 años”. Esta apuesta por vivir y trabajar en los pueblos hace que sea clave invertir en servicios de primera necesidad que permitan una mayor calidad de vida y hacer más atractiva la apuesta rural.
