La compañía ha lanzado una campaña que cuenta con un spot en formato largo para medios digitales y redes sociales, con reducción a piezas cortas para televisión
Cada vez son más las personas que se sienten abandonadas por los bancos, las que piensan que la digitalización no es excusa para negar la atención personal. Eurocaja Rural lleva años comprometida en la lucha contra la exclusión financiera, abriendo sucursales en pueblos y barrios de los que otros bancos se han ido marchando.
“Hoy día, la gente resuelve casi todos los trámites bancarios a través de las aplicaciones digitales, pero de vez en cuando, hay asuntos que prefieres tratar con una persona. Y ese día puntual en el que acudes a la oficina, te sienta fatal que te digan que para hablar con el director hay que pedir cita previa o que directamente te manden al cajero automático”, señala Blanca Solla, ejecutiva de cuentas de Pingüino Torreblanca, agencia que firma la campaña. Y añade: “Eurocaja Rural tiene a gala no mandar nunca a sus clientes al cajero, y eso, que debería ser lo normal, se ha convertido en una excepción en el mundo de la banca, así que tenía todo el sentido comunicarlo en esta nueva campaña”.
Andrés del Moral y Pablo Martínez, supervisores creativos del proyecto, añaden que “si los cajeros automáticos se han convertido en el interlocutor habitual de los clientes de todos los bancos, excepto los de Eurocaja Rural, nos pareció interesante convertirlos en amantes despechados, celosos de esos empleados de las oficinas que atienden con una sonrisa en la cara a todo el que acude a una de nuestras sucursales, y una vez ahí, pensamos que sería divertido hacerles cantar, a través de esas bocas por las que escupen los billetes, una canción clásica de desamor”.
En el spot, varios cajeros automáticos entonan la canción “Celos” de Junco, al ver como los clientes son atendidos en las oficinas de Eurocaja Rural.
La producción de las piezas ha corrido a cargo de la productora Central Films y su director Maxi Sterle.
“La idea parece sencilla, pero no era fácil, necesitábamos construir ese contraste entre la felicidad de los clientes y la desolación de los cajeros. Se ha trabajado mucho en postproducción para hacer creíble y cómico el movimiento de las bocas y estamos muy contentos con el resultado”, añade Antonio Castillo, director creativo ejecutivo de la agencia.
La campaña está en el aire desde esta semana.