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El director de responsabilidad social gana en influencia

Un total de 20 directivos de RSE participan en la elaboración del estudio, que analiza el rol de la responsabilidad corporativa ante los nuevos retos que enfrentan los CEOs

El papel de la responsabilidad corporativa en las empresas ha dejado de ser secundario y en los últimos años ha adquirido un rol protagonista y con nuevos retos por delante. Así lo creen 20 directivos de RSE que han participado en la elaboración de un estudio elaborado por Llorente & Cuenca. En concreto ‘El papel del dirse en la nueva empresa’ desgrana los ejes que pueden orientar a los dirses para el desarrollo de esa función integradora. Una de las claves que se desgranan del estudio es que el director de responsabilidad social gana en influencia y se acerca al modelo de negocio. Según Francisco Hevia, presidente de DIRSE, “las empresas ahora deben liderar iniciativas con vocación transformadora y de la mano de un propósito y, para ello, el apoyo explícito de un CEO es determinante”.

Por su parte, Goyo Panadero, socio y director general de Llorente&Cuenca para España y Portugal, también explicaba que “la credibilidad es un elemento clave que puede llevar a que una historia fracase. Por ello, si una empresa quiere ser responsable debe hacer bien las cosas y comunicarlas después de una forma responsable. El dirse debe ser un emprendedor y mostrar a todos los grupos de interés que una compañía apuesta por un negocio responsable”. 

Otras conclusiones a las que han llgado estos 20 directivos es que hay que impulsar la transformación desde el ‘cómo’ se hacen las cosas. En ese sentido, los dirses apuntan a seguir siendo los perfiles más transformadores de las empresas y deben desarrollar un papel trascendente y fundamental de cara a impulsar el cambio en el modo de hacer y de relacionarse de las empresas con sus grupos de interés y con su entorno. Asimismo, este entorno exige que los dirses identifiquen tendencias con antelación para adaptarse a los nuevos modelos y en consecuencia poder aportar valor y conocimiento de negocio. Otra de las necesidades actuales está en línea con la búsqueda de alianzas; al fin y al cabo, ahora estos profesionales se encuentran en un momento óptimo por el cambio que se está produciendo a causa de las convergencias entre industrias y las nuevas formas de colaboración. Otra de las tareas de los dirses tiene que ver con traducir los mensajes para que calen en los foros de decisión, captando su interés y confianza, y conectándose con la estrategia, pero siempre buscando trascender y responder a las necesidades de los principales grupos de interés. Además, deben sacar la RSE de sus fronteras para movilizar interna y externamente. Para ello se requiere un nuevo modelo de comunicación bidireccional cuya base de relacionamiento pivote en dos palancas fundamentales, la transparencia y la confianza. 

Involucrarse en la definición del propósito también es objetivo prioritario de los dirses, lo mismo que ganar el apoyo explícito del primer ejecutivo para que de coherencia y condicione, de manera efectiva, la cultura interna a través de dicho propósito. Todo esto sucederá, siempre y cuando este cambio de modelo se impulse desde la transversalidad y poniendo en valor los esfuerzos de las áreas que se impliquen en él. Otra de las conclusiones del estudio es que los dirses tienen que hacer y contar de forma que se entienda, y por lo tanto, los mensajes tienen que ser menos endogámicos y estar adaptados para ser comprendidos fuera del ámbito de la RSE. No menos importante es llegar al consumidor y es que el dirse tendrá un papel decisivo dibujando las líneas rojas que definan la forma de comunicar y relacionarse con los consumidores. Por último, los dirses también tendrán que trabajar para dejar su huella en los procesos de innovación, definir objetivos y retos y coordinar entre los grupos de interés para salvaguardar los intereses de todos.