Por Lucía de los Santos
Cada vez que hago una entrevista de selección de personal para mi equipo, una de las cosas que me gusta preguntar es qué actividades realizan en su tiempo libre.
¿Por qué es importante para mí esta información? Desde mi punto de vista, ser creativo no es solo un don divino de unos pocos elegidos ni un acto mágico que ocurre en un horario determinado dentro de las cuatro paredes de la agencia. La creatividad está presente en nuestra vida cotidiana, mucho más de lo que pensamos, y por eso hay que alimentarla en nuestro tiempo libre.
Todos somos creativos (sí, ¡tú también!), da igual si trabajas en el departamento de creación, en el de cuentas o en el de data, o si lo haces en publicidad, en un banco o en una floristería. Como dice Elizabeth Gilbert en su libro Libera tu magia, todos tenemos la posibilidad de vivir nuestra vida creativamente, solo que no siempre nos damos la oportunidad de hacerlo.
Dentro del mundo de la publicidad existe la falsa creencia de que es “mejor creativo” aquel que se queda hasta las 2 de la mañana en la oficina; pide pizzas para cenar; lo sube en una storie de Instagram y se vuelve a casa en taxi. Cuando haces esto sueles entrar en un bucle en el que pierdes foco, energía y dirección. Vas de casa a la agencia y de la agencia a casa, y es entonces cuando aparecen los bloqueos creativos. A veces dar una vuelta y tomar un poco de aire fresco sirve como solución inmediata, pero si lo que quieres es algo más a largo plazo es necesario regar otras parcelas de nuestra vida. ¿Tienes un huerto? ¿Te gusta la fotografía? ¿Eres voluntario en un refugio de gatos? ¿Te has aficionado al surf? ¿Te has apuntado a clases de cocina vegana? No importa lo que sea, pero tenemos que encontrar momentos para uno mismo, de autocuidado y autoconocimiento, experimentar sin la presión de lograr un resultado, simplemente ser, y no solo hacer.
Cuando consigues encontrar estos momentos, la inspiración suele visitarte porque tu mente se ha relajado y es capaz de ver las cosas desde otra perspectiva. La inspiración trabaja con nosotros, pero si no estamos disponibles para ella, nos deja.
En mi caso hace unos años que descubrí la cerámica. Se trata de una disciplina en la que, a diferencia de la publicidad, el transcurso del tiempo es leeeeeento. No puedes ir con prisas, tienes que estar presente en “el ahora” y seguir cuidadosamente cada uno de los pasos del proceso. Esta práctica me ayuda a evadirme de las pantallas y me permite experimentar con las manos y la materia, importando más el proceso que el propio resultado. Para mí es una forma de meditar y conectar con un tipo de vida slow que me llena de energía para luego afrontar la efervescencia de la agencia.
Laura Eme (@creativa_introspectiva), coach especializada en gestión emocional para perfiles creativos, hace poco publicó una frase que lo explica muy bien en su Instagram: “No existe tal cosa como una vida profesional y una vida personal, solo tienes una vida”. Así que solo puedo deciros que la inspiración no solo os pille trabajando, sino también viviendo y experimentando. En definitiva, que os pille haciendo aquello que os guste hacer.
Adelante, inspira, espira y crea.
Lucía de los Santos (