El cambio en los hábitos de consumo y las restricciones en las tiendas físicas en la segunda ola vaticinan una mayor predisposición a la venta en línea este Black Friday, pero ya no es suficiente con estar en internet, sino que los comercios deben ir más allá y hacer de la anticipación, la satisfacción de las necesidades y expectativas de los usuarios su core de negocio
Internet ha sido la tabla de salvación de muchos negocios en los meses más duros del confinamiento. Ahora, con la digitalización de los patrones de consumo y en plena segunda ola de la pandemia, el canal online vuelve a ser la gran baza de cara al Black Friday y el Cyber Monday, que se celebran el próximo 27 y 30 de noviembre, respectivamente. Según el estudio Black Friday 2020 de Privalia, un 51% de los españoles afirma que realizará más compras por internet que el año pasado, lo que supone que el 89% de las compras totales de ese día se realizarán de manera virtual. Para aprovechar esta oportunidad, PaynoPain ha ofrecido a los comercios una serie de recomendaciones para estar preparados y afrontar con éxito esta temporada de rebajas.
“Las limitaciones de aforo en los establecimientos físicos junto con las posibles restricciones que se impongan al comercio en plena segunda ola parece que favorecerá una corriente de consumo hacia el canal online, tal y como muestran todos los estudios”, afirma Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain. “Aparte de la pura transacción, internet cobra cada vez mayor protagonismo en todo el proceso de compra, lo que se convierte en una oportunidad de oro para el comercio”, puntualiza.
La presencia en internet ya no es una opción sino un must para cualquier establecimiento. La pandemia ha sido el revulsivo para que muchas empresas asuman la digitalización de sus negocios y conviertan la crisis en una oportunidad. Una vez dado el paso, el siguiente reto es proporcionar al usuario la información que necesita y la experiencia que espera. Para ello, será necesario:
- Estar actualizado en tiempo real. La Covid-19 ha cambiado radicalmente la forma en que los consumidores compran. Esto significa que no sólo adquiere productos por el canal online sino que, además, utiliza internet para buscar ofertas y verificar el stock de una tienda como paso previo a desplazarse hasta el establecimiento. Esto exige tener actualizado al segundo el stock de los productos de la tienda online con el objetivo de satisfacer la necesidad de información del usuario, que favorezca su conversión en el comercio físico.
- Disponer de la flexibilidad para dar respuesta a un incremento de clientes. A diferencia de las tiendas físicas, las virtuales no tiene límites de aforo sin embargo, un pico súbito en las visitas a la web puede derivar en una caída del site y, en consecuencia, frustrar las oportunidades de venta. Por este motivo, es importante contar con la flexibilidad necesaria para adecuar la capacidad de respuesta de nuestra página a la demanda real.
- Ser versátil en la forma de pago. Abonar la compra es un momento crítico del proceso. Hacerlo sencillo y cómodo para el usuario es vital para la conversión. En este sentido, es recomendable integrar el proceso de pago dentro de la propia web y ofrecer el mayor número de métodos de pago. Cuanto más posibilidades de pago tenga el usuario a su disposición, más oportunidades habrá de que éste encuentre aquel que más se ajusta a sus necesidades o preferencias y concluya la compra.
- Garantizar la seguridad. La seguridad a la hora de pagar ha sido, históricamente, el mayor freno a crecimiento del ecommerce, aunque muchos han superado este obstáculo por la necesidad del momento. Establecer la autenticación de doble factor, como recoge la segunda Directiva Europea de Servicios de Pago o PSD2, que será obligatoria el próximo 1 de enero, es un elemento clave para garantizar la seguridad en los pagos, favoreciendo la conversión y la tasa de repetición.
“La icónica imagen de los comercios abarrotados por el Black Friday y el Cyber Monday pasará seguramente a la historia este 2020 como muchas otras cosas. La predisposición a la venta en línea dibuja un escenario diferente para el que se ha de estar preparado. Ya no es suficiente con estar en Internet es necesario dar un paso más y hacer de la anticipación y la satisfacción de las necesidades y expectativas de información y servicio de los usuarios nuestro core de negocio”, explica Nebot.