La marca de tecnología convierte críticas negativas de la competencia en una obra de arte micrográfico, demostrando el poder del 'AI Super Zoom' de su nuevo Magic7 Pro
En un giro inesperado para la temporada de San Valentín, Honor ha lanzado una campaña de marketing audaz y creativa que está captando la atención de la industria. En lugar de recurrir a los típicos clichés románticos, la marca ha optado por un enfoque innovador: transformar las críticas negativas de sus competidores en una declaración de amor tecnológico.
La pieza central de esta campaña es una tarjeta de San Valentín única, creada en colaboración con el renombrado artista de la micrografía Jayce Hall. A simple vista, la tarjeta parece un diseño clásico de San Valentín. Sin embargo, al utilizar el 'AI Super Zoom' del nuevo Magic7 Pro, se revela un secreto oculto: la tarjeta está compuesta por 4.590 palabras extraídas de reseñas negativas de smartphones rivales.
"Ha sido muy divertido crear esta ilustración para esta tarjeta de San Valentín hecha a medida con HONOR", comenta Jayce Hall. Y añade que ha utilizado "letras de canciones y nombres en mis diseños, a menudo escritos 10.000 veces, ¡pero nunca había utilizado algo como las críticas negativas de los teléfonos móviles para crear una obra de arte! Estoy encantado con el resultado".
Este ingenioso concepto no solo destaca la potente capacidad de zoom del Honor Magic7 Pro, sino que también demuestra cómo una perspectiva diferente puede transformar lo negativo en positivo. La campaña es un testimonio del poder del marketing creativo y la capacidad de las marcas para encontrar formas innovadoras de conectar con su audiencia.
"Queríamos compartir el amor, no el odio, este Día de San Valentín. Contamos con el talentoso Jayce Hall, conocido por transformar las palabras en arte, para que diera la vuelta a las críticas negativas y creara algo que difundiera un poco de amor y alegría de San Valentín", explica Avikar Jolly, CMO de Honor Europa.
HONOR incluso ha llevado su campaña un paso más allá al enviar tarjetas a sus competidores, demostrando que el amor (y el marketing) no tiene límites.