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Los animales como acompañantes a pacientes adultos con trastornos de TCA

Purina, el Hospital Clínico San Carlos y Fundación Diversión Solidaria inician un estudio científico para evaluar la mejora en pacientes adultos con trastorno de la conducta alimentaria (TCA), gracias a las intervenciones asistidas con animales

Purina, en colaboración con la Fundación Diversión Solidaria y Dogtor Animal, ha lanzado un proyecto para realizar Talleres de Ocio Asistido con Animales (OAA), en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, dirigido a pacientes adultos/as con Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA).

En España, alrededor de 400.000 personas sufren un trastorno de la conducta alimentaria y más del 75% de ellas tiene entre 12 y 24 años. Este programa busca suplir las carencias afectivas y emocionales de muchos pacientes adultos en los hospitales, así como el fuerte sentimiento de “soledad no deseada”.

Por medio del Ocio Asistido con Animales (OAA) se puede mejorar la calidad de vida de las personas aportando beneficios en la motivación, aspectos sociales y/o anímicos, teniendo como principal objetivo, el aspecto lúdico de las mismas.

El programa tiene como objetivo fomentar el ocio inteligente encaminado hacia la motivación al cambio mediante las actividades propuestas. El vínculo con el perro de intervención se favorece que los/las participantes, comiencen, continúen y se mantengan en un proceso de cambio desde una motivación externa para dirigirnos hacia una motivación interna. 

También se persigue la mejora de la expresión de las emociones de los pacientes y su autoconcepción, ya que los animales generan un espacio seguro eliminando el foco del aspecto físico.
Además, se consigue un espacio donde poder compartir y divertirse junto a las mascotas, potenciando la confianza de los pacientes e incluyendo al perro como catalizador social. 

Para María Parra, directora general de Diversión Solidaria, este programa realizado en colaboración con los profesionales de Dogtor Animal: “Está orientado a mejorar la calidad de vida de los pacientes, fomentando en ellos emociones positivas para conseguir optimizar su funcionamiento cognitivo, para que disfruten al máximo de experiencias que rompan su rutina y recuperen, por un instante, la sonrisa”.